Cuando consideramos todas las formas de contaminación, la contaminación lumínica casi siempre se pasa por alto. Se da por sentado un cielo sin estrellas en la ciudad, ya que los residentes confían en las brillantes luces de las calles y las luces de inundación para el hogar para obtener seguridad y conveniencia. Sin embargo, según un estudio reciente realizado por investigadores de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmósfera (NOAA), el costo de esta seguridad es mucho más alto que las noches sin estrellas.
Muchas toxinas aéreas liberadas en entornos Farola LED urbanos, como el ozono, recolectan durante el día y se dispersan por la noche a través de una serie de reacciones químicas en la atmósfera. El reactante primario estudió, el radical de nitrato, hace que muchas toxinas sean inofensivas, pero la luz del sol la inactiva. Aunque las luces utilizadas en las casas, las empresas y las calles no son tan poderosas como el sol, el estudio muestra que el radical nitrato está significativamente afectado por ellos.
Las mediciones de la atmósfera sobre Los Ángeles encontraron que las luces de la ciudad eran responsables de disminuir la formación de radicales de nitrato en un 7% y aumentar la cantidad de precursores de ozono en un 5% al día siguiente. Puede que esto no parezca mucho, pero una gran cantidad de ciudades estadounidenses ya se están acercando o superando las pautas federales de aire limpio. El problema se vuelve más significativo, cuando consideramos que esos haluro metálicos y las luces de sodio de alta presión, las formas más comunes de iluminación de la calle, causan más contaminación a través de la operación nocturna.
La contaminación lumínica también tiene una serie de otros efectos descubiertos en los últimos años. El mecanismo detrás de un vínculo previamente identificado entre la contaminación de la luz y un aumento en el cáncer de mama ha sido descubierto por investigadores que estudian los efectos de la melatonina. La producción de melatonina en el cerebro ocurre principalmente en la oscuridad, y se descubrió que la melatonina inactiva los efectos de las hormonas sexuales en los tejidos reproductivos. Muchos trastornos, desde el cáncer de próstata hasta el insomnio y el PMS, se exacerban cuando la luz nocturna disminuye la producción de melatonina.
Esto no es una sorpresa dado que los ciclos de reproducción de animales están determinados en gran medida por la duración cambiante de la noche durante el año. La contaminación lumínica puede causar serios problemas a la vida silvestre al interrumpir los ciclos de reproducción e interferir con los patrones migratorios. Según los investigadores de Purdue, la luz también daña muchos árboles y arbustos caducifolios comunes, ya que estas plantas también dependen de la longitud cambiante de la noche.
Los responsables políticos, los dueños de negocios y las personas deben tomar conciencia de los costos de la contaminación lumínica y hacer los ajustes necesarios. Hay beneficios inmediatos al hacerlo, incluidas las facturas de energía más bajas y la menor contaminación de combustibles fósiles. Arreglar este problema es tan fácil como producir las luces, pero no necesariamente significa comprometer la seguridad o la conveniencia. Las luces tradicionales se pueden intercambiar por la iluminación del cielo oscuro, luces LED dirigidas o dirigidas en el suelo, con accesorios extendidos, para reducir significativamente el resplandor del cielo.